martes, 14 de octubre de 2014

Un nuevo ejemplo de 'wearable' útil para la salud

Calcetines inteligentes para mejorar el cuidado de pacientes de Alzheimer


Los equipos 'wearables' van más allá de relojes y pulseras inteligentes. De hecho, su aplicación puede llegar a todo tipo de prendas y su utilidad responder a todo tipo de necesidades. Un nuevo ejemplo es la iniciativa de un adolescente de 15 años que ha buscado ayudar a pacientes de Alzheimer. Su propuesta es un calcetín inteligente que permitirá mejorar el cuidado de pacientes con esa enfermedad.
Las principales compañías del sector tecnológico están apostando por equipos 'wearables' que se centran en relojes y pulseras inteligentes. En la mayoría de los casos se busca dar a los usuarios nuevas forma de interacción con los smartphones y también mejorar la monitorización de datos relacionados con la salud.

Ese segundo aspecto, el relacionado con la salud, parece un campo que puede dar grandes posibilidades. Apple ha desarrollado una plataforma concreta y la combinación de salud y tecnología permite pensar en grandes avances. Un nuevo ejemplo de esa prometedora combinación llega de la mano de un adolescente de 15 años identificado como Kenneth Shinozuka. Su idea ha sido diseñar un 'wearable' que permita mejorar el control y el cuidado de pacientes con Alzheimer.

La idea de este joven es el uso de un calcetín inteligente que alerte sobre los movimientos de los pacientes. Es frecuente que los enfermos de Alzheimer sufran problemas al iniciar paseos sin la supervisión de cuidadores. La enfermedad hace que los pacientes no sepan ubicarse y puede ser peligroso que caminen sin la supervisión de otra persona ante el riesgo de caídas o desubicación.

Visto ese peligro, Shinozuka ha pensado en una solución que permita controlar a los pacientes sin interferir en su día a día. El resultado ha sido un calcetín inteligente, que alerta a los cuidadores al identificar que los pacientes dejan de estar en reposo y se disponen a caminar.

Un calcetín conectado con el móvil

El joven responsable del proyecto, que ha sido premiado con distintas distinciones y ha participado en un prestigioso concurso propuesto por Google, ha introducido sensores de presión en el calcetín. Los sensores pasarían desapercibidos para los pacientes, pero aportarían información útil a los cuidadores para estar alerta sobre su posición y acciones.

El calcetín inteligente propuesto se conecta con teléfonos móviles y envía alertas al identificar cambios de presión producidos variaciones en la posición de los pacientes de Alzheimer. Así, los cuidadores pueden recibir avisos si se producen variaciones en el estado de los pacientes y si proceden a emprender paseos por su cuenta.

Esta herramienta puede ser de gran ayuda para los cuidadores y puede mejorar la atención a los pacientes. De cara al futuro, sus posibilidades pueden ser aún mayores ya que se pueden perfeccionar sus sensores para conseguir recopilar más datos y mejorar su uso.
La idea detrás de estos calcetines inteligentes demuestra que la tecnología 'wearable' puede tener muchas e interesantes aplicaciones, que todavía están por llegar. Parece que actualmente se están dando los primeros pasos en un mercado que si se mantiene puede ser atractivo a la par que útil.

10 consejos para mejorar la comunicación con el enfermo de Alzheimer. Noticias


10 consejos para mejorar la comunicación con el enfermo de Alzheimer

  1. Evita ruidos y distracciones para optimizar la comunicación.
  2. Acércate, preséntate y di quién eres. Es posible que no te reconozca.
  3. Colócate delante y mira a los ojos. Adopta esta postura para garantizar que le llega el mensaje.
  4. Habla despacio y vocaliza. Con tranquilidad y utilizando un tono de voz bajo.
  5. Utilizad el humor y aprended a reíros juntos de los malos entendidos.
  6. Evita presionar ante preguntas que impliquen recordar. Es posible que no consiga responder.
  7. Utiliza tu cara para expresar. Sonríe, gesticula.
  8. Reformula las preguntas si no ha comprendido el mensaje. Utiliza un lenguaje sencillo y coloquial.
  9. Mantén la calma y ten paciencia. Repite el mensaje las veces que sea necesario y con el tono adecuado.
  10. No riñas, no grites, no castigues, no infantilices.
Sabemos que todos los cuidadores sentimos de forma más o menos habitual esa impotencia y frustración que produce el no poder comunicarnos con nuestro familiar.
No sólo por no poder mantener una conversación lógica y fluida, sino también por esa incomunicación a la que se ve abocado esa persona y que le acaba aislando de su propio entorno.
Y además por la tristeza que nos da ver cómo nuestra propia relación con él/ella va cambiando. Poco a poco parece convertirse en un mueble más de la casa. Triste pero cierto.
Por eso es importante no olvidar que para cuidar es importante comunicar, a través de palabras pero también de gestos y acciones, que es lo que al final nos queda con estas personas. La persona a la que cuidamos está enferma y poco a poco deja de hablar y de comunicarse. Pero no por ello deja de sentir y sobre todo de vivir.
Estos 10 consejos que nos da el CVE son muy concretos y de lo más prácticos. Puede dar la sensación de que se quedan en lo puramente comunicativo, y curiosamente estamos diciendo que en el caso de personas con demencia esa comunicación termina por desaparecer, al menos la verbal. Así como la atención y la concentración que pueden mostrar.
¿Cuántas veces pensamos: “para qué hablarle si ya no me escucha, si no me entiende?” Además, hacernos el firme propósito de llevar a cabo en el día a día esos 10 consejos nos van a requerir un esfuerzo extra y una dosis adicional de paciencia, cariño y sobre todo de energía y de fortaleza mental para no ceder ante las dificultades y los sinsabores.

¿Por qué seguir entonces estos consejos?

Porque esa mejora en la comunicación nos va a ayudar a entender y recordar, que cuidar no es sólo tener a nuestros familiares lavados, vestidos, alimentados y atendidos.
Porque cuidar no es solo asistir. Cuidar es hacer felices a los otros y velar por su bienestar, su felicidad, su bien vivir. Y toda persona, para ser feliz, necesita de las relaciones con los demás. Relaciones humanas, basadas en el amor.
Por eso, aún cuando la persona aparentemente ya no se comunica y no podemos hablar con ella como quisiéramos, el amor que podemos transmitir y vivir a través de la relación de cuidado, es algo que jamás podemos descuidar.
Y eso va a depender sobre todo del cuidador y su afán y esfuerzo por evitar, sea como sea, que la persona acabe aislada en la oscuridad y soledad de su propia mente ya perdida.

Doctora Nuria Garro-Gil- Doctora en EducaciónBlog de Nuria Garro-Gil: Jóvenes aprendiendo a cuidar